Desarrollan aretes que superan a un reloj inteligente al ayudar a monitorear el bienestar de la persona que los usa
La moda ha evolucionado más allá de su mero aspecto estético, ahora se utiliza para promover la salud y el bienestar. Como ejemplo de esto, recientemente un grupo de científicos ha desarrollado un par de aretes que pueden monitorear la temperatura y el bienestar de sus usuarios, compitiendo con los relojes inteligentes.
Esta tecnología, creada por investigadores de la Universidad de Washington (UW), es capaz de detectar la temperatura de la piel durante los períodos de descanso mucho mejor que un reloj inteligente, según los resultados de un estudio a pequeña escala con seis usuarios.
Los expertos resaltan que el monitoreo frecuente de estos datos puede ayudar a los usuarios a estar al tanto de señales relacionadas con la salud, el estrés, la alimentación, el ejercicio e incluso la ovulación.
La coautora principal Qiuyue (Shirley) Xue, estudiante de doctorado en la Escuela de Ciencias de la Computación e Ingeniería Paul G. Allen de la universidad en Seattle, mencionó que aunque ella utiliza un reloj inteligente para medir datos de su cuerpo, es consciente de que muchas personas consideran que estos relojes no están a la moda o son incómodos, por lo que los aretes inteligentes representan una alternativa innovadora.
Los nuevos aretes, que aún se encuentran en fase de prueba, tienen un tamaño y peso muy ligeros, similares al de un clip de escritorio. Además, cuentan con una batería sorprendentemente duradera que puede durar hasta 28 días. Para calcular la temperatura, el dispositivo cuenta con un sensor que se conecta al lóbulo de la oreja del usuario y otro sensor que cuelga a una pulgada por debajo.
Los investigadores aseguran que es posible decorar los aretes con diseños de moda elaborados en resina o con piedras preciosas sin comprometer su precisión. Xue mencionó que descubrieron que medir la temperatura de la piel en el lóbulo resultaba considerablemente más preciso que hacerlo en la mano o muñeca. «También nos dio la opción de que parte del sensor colgara para separar la temperatura ambiente de la temperatura de la piel», señaló.
Además, la experta resaltó el avance que representa conseguir una batería de larga duración en un dispositivo tan pequeño. «Por lo general, si desea que la energía dure más, debe tener una batería más grande. Pero luego sacrificas el tamaño. Hacerlo inalámbrico también exige más energía», dijo la coautora principal Yujia (Nancy) Liu.
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