A lo largo de los años, la menopausia ha sido comúnmente asociada exclusivamente con las mujeres. Sin embargo, se ha identificado que los hombres también experimentan un proceso similar conocido como andropausia, o ‘menopausia masculina’. Este fenómeno implica una disminución de los niveles de testosterona en hombres, generalmente entre las edades de 40 y 55 años, resultando en una reducción de las capacidades sexuales.
La andropausia, también denominada Síndrome de Deficiencia de Testosterona, se caracteriza por cambios hormonales y una disminución en las posibilidades de reproducción en hombres, aunque a diferencia de las mujeres, no implica una interrupción total y definitiva de la producción de espermatozoides. La fertilidad masculina puede mantenerse hasta edades avanzadas, ya que los niveles de testosterona disminuyen gradualmente en lugar de manera abrupta.
Los síntomas de la andropausia incluyen cambios de actitud, fatiga, pérdida de energía, disminución del impulso sexual y agilidad física, que se manifiestan gradualmente. Otros signos comprenden cansancio, irritabilidad, menor deseo sexual, reducción de la eyaculación, depresión, malestar anímico, aumento de peso y mayor riesgo de problemas cardíacos.
Aunque el Síndrome de Deficiencia de Testosterona se considera un proceso normal del envejecimiento y generalmente no requiere un diagnóstico formal, los especialistas pueden realizar exámenes de sangre para detectarlo y abordar sus síntomas. A pesar de que no es prevenible, se recomienda someterse a exploraciones anuales con el urólogo, mantener una dieta saludable, evitar el consumo de alcohol, asegurar una hidratación adecuada y realizar ejercicio físico para mejorar las funciones metabólicas. El tratamiento para la andropausia implica terapia hormonal de reemplazo mediante la administración de testosterona por vía oral, inyecciones intramusculares o geles/parches cutáneos.
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