En los últimos tiempos, los medicamentos para bajar de peso se han vuelto muy populares en la industria farmacéutica. Sin embargo, la mayoría de los fármacos disponibles en el mercado actual no están diseñados para este propósito o no cuentan con la certificación de organismos sanitarios como la FDA en Estados Unidos o el Invima en Colombia que acredite su eficacia.
Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó un nuevo medicamento que permitiría perder peso de manera segura y controlar la obesidad. Se trata de una inyección semanal que contiene el mismo ingrediente activo que el exitoso tratamiento contra la diabetes tipo 2 de Lilly, Mounjaro, conocido como Zepbound. Este fármaco puede ser utilizado por adultos considerados obesos según su Índice de Masa Corporal (IMC).
Según los expertos, una persona es candidata para este medicamento si tiene un IMC de al menos 30 o más, así como para pacientes con un IMC de 27 si tienen al menos una condición de salud relacionada con el peso, como diabetes o hipertensión.
Zepbound es similar a los conocidos Wegovy y Ozempic, ambos fabricados por la empresa danesa Novo Nordisk. Su función es imitar una hormona natural del cuerpo llamada GLP-1, producida en el intestino, que reduce el azúcar en sangre, ralentiza el vaciado del estómago y regula el apetito.
Los cuidados
Sin embargo, este medicamento no funciona por sí solo y debe ser utilizado con responsabilidad junto con una dieta baja en calorías y actividad física frecuente, ya que aunque ralentiza la digestión y reduce el apetito, puede causar efecto rebote.
Entre las contraindicaciones del tratamiento llamado Zepbound se encuentra que no debe ser utilizado en pacientes con antecedentes personales o familiares de cáncer medular de tiroides o en pacientes con una condición genética rara llamada síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2, que provoca tumores en el sistema endócrino, ya que puede causar tumores de células C de tiroides.
Otros riesgos del uso del medicamento incluyen enfermedad gastrointestinal grave, problemas renales y pancreatitis, reacciones de hipersensibilidad y comportamiento e ideación suicida.
Además, puede generar efectos secundarios leves o graves según el paciente, como náuseas, diarrea, vómitos, estreñimiento, molestias abdominales, dolor en el lugar de la inyección, fatiga, eructos, pérdida de cabello y enfermedad por reflujo gastroesofágico.
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