En la agitada y frenética vida moderna, encontrar el momento adecuado para descansar se ha convertido en un desafío para muchas personas. Sin embargo, la neurociencia ha revelado información sobre el momento correcto para ir a dormir y despertar sintiéndose renovado.
Según el Instituto Nacional de Salud, el sueño desempeña un papel fundamental en la buena salud y el bienestar a lo largo de la vida. Durante las horas de descanso, el cuerpo trabaja para promover el adecuado funcionamiento del cerebro y fortalecer el sistema inmunológico, lo que contribuye a mantener una buena salud física.
Los expertos señalan que cuando nos quedamos dormidos y entramos en la fase de sueño sin movimientos oculares rápidos (MOR), la presión arterial y la frecuencia cardíaca disminuyen. Durante el sueño, el sistema parasimpático controla el cuerpo y el corazón no trabaja tanto como cuando estamos despiertos. Durante el sueño MOR y cuando estamos despiertos, el sistema simpático se activa, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial a los niveles habituales cuando estamos despiertos y relajados.
En este sentido, las personas que no duermen lo suficiente o se despiertan con frecuencia durante la noche pueden tener un mayor riesgo de sufrir enfermedades como enfermedad cardíaca, presión arterial alta, obesidad y accidente cerebrovascular.
Además, algunos estudios han demostrado que la falta de sueño de calidad contribuye a niveles más altos de hormonas que controlan el apetito, como la leptina y la grelina, lo que lleva a una disminución de la capacidad para responder a la insulina y un aumento en el consumo de alimentos, especialmente alimentos ricos en grasa, dulces y salados, lo que favorece el sobrepeso y la obesidad.
La mejor hora para dormir
Para abordar estos problemas, un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Stanford se ha propuesto determinar el momento adecuado para dormir y despertar sin sentirse agotado.
Aunque esto puede variar de una persona a otra debido a sus hábitos y estilo de vida, el líder de la investigación, el Dr. Andrew Huberman, de la Universidad de Stanford, concluyó que hay un factor esencial para determinar el momento perfecto para acostarse y dormir.
El experto señaló a través de su cuenta de Twitter que algunas personas experimentan una disminución de energía entre las 2:30 p.m. y las 3:00 p.m. «¿Sueles tener una caída de energía por la tarde alrededor de las 14:30 o las 15:00? Toma nota durante unos días», escribió Andrew.
«Si no hay cambios significativos en tu sueño nocturno o en tu almuerzo, es muy probable que tu hora ideal para acostarte sea entre seis y siete horas después de ese bajón», añadió.
La razón principal de estas afirmaciones radica en que los patrones de sueño están controlados por el ciclo circadiano, el reloj natural del cuerpo. Por lo tanto, para tener una buena higiene del sueño, es recomendable monitorear estos patrones.
En este sentido, si una persona se siente cansada a las 3 de la tarde, según lo mencionado por el neurocientífico, debería acostarse entre las 9 y las 10 de la noche para tener un sueño reparador.
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