CAR libera zarigüeya encontrada con sus crías en un parque de Chiquinquirá
En medio de un potrero ubicado en el barrio Obrero de Chiquinquirá, habitantes del sector encontraron una zarigüeya con sus seis crías y de inmediato, contrario a atacarla por su aspecto como erróneamente ocurre en algunos casos, dieron aviso a la Policía Ambiental que a su vez puso el caso en conocimiento de la dirección regional de la CAR en este municipio.
Allí, un grupo de profesionales expertos valoró a los mamíferos y luego de realizar varios exámenes determinaron que la madre y sus hijos se encontraban en perfectas condiciones para ser liberados.
“Por fortuna no registraban ninguna afectación en su salud, razón por la cual se procedió a su reintroducción en un ecosistema natural”, señaló Johanna Castro, directora regional de la CAR en Chiquinquirá.
La funcionaria resaltó además, los positivos resultados que vienen generando las campañas de sensibilización sobre el manejo de fauna silvestre, adelantadas por funcionarios de la Corporación y la Policía Ambiental de Chiquinquirá con las comunidades de la región.
También sostuvo que de esta manera las personas han tomado consciencia sobre los servicios ecosistémicos que brinda esta especie como, por ejemplo, la dispersión de semillas, la polinización y el control de plagas.
En Colombia, según la Dirección de Recursos Naturales de la CAR, existen 38 especies de marsupiales, entre los que se encuentran la zarigüeya y el zorro chucho.
Richard Giovanny Villamil, director de recursos naturales de la CAR, indicó que las zarigüeyas suelen tener nariz rosada, cola muy larga, sin pelo, y prensil para poder agarrarse de los árboles y tomar elementos de su entorno para construir sus nidos.
“Son nómadas, pues no permanecen durante mucho tiempo en un mismo lugar. Se alimentan de raíces, frutos, semillas, insectos, aves pequeñas, reptiles, polen y flores”, comentó el funcionario.
Villamil señaló que, debido a que las zarigüeyas se confunden en repetidas ocasiones con ratas, constantemente son víctimas de agresiones. “También han sido vinculadas, erróneamente, a mitos sin fundamento científico, pese a ser animales vitales para la conservación de los bosques”, afirmó.
La Corporación hizo un llamado a la comunidad para que estos animales no sean atacados y, por el contrario, den aviso a las autoridades cuando se percaten de su presencia fuera de su entorno natural. La entidad asegura que la conservación de su hábitat es fundamental, pues la reducción de los recursos naturales donde viven estos marsupiales provoca mayores encuentros con los seres humanos y, por ende, más amenazas para su supervivencia.
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