Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son patologías prevalentes a nivel mundial, siendo la principal causa de muerte según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Más del 75% de las defunciones relacionadas con enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares se registran en países de ingresos medianos y bajos.
La OMS identifica diversos factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, entre ellos, una dieta poco saludable caracterizada por bajos niveles de consumo de frutas y verduras, y un alto consumo de sal, azúcares y grasas. Además, un estilo de vida sedentario con escasa actividad física contribuye al riesgo cardiovascular. Según la OMS, las personas inactivas tienen entre un 20% y un 30% más de probabilidades de fallecer prematuramente en comparación con aquellas que mantienen una actividad física suficiente. Esta inactividad física también se vincula con el riesgo de desarrollar cáncer y diabetes.
Las enfermedades cardiovasculares abarcan una amplia gama de trastornos relacionados con el corazón y los vasos sanguíneos, siendo las más comunes las anginas, los infartos cardíacos, la insuficiencia cardíaca, las arritmias e hipertensión.
Según la OMS, más del 80% de las muertes por enfermedades cardiovasculares se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, y aproximadamente un tercio de estas defunciones ocurren prematuramente en personas menores de 70 años, lo que genera preocupación.
Las condiciones que afectan el ritmo cardíaco, como la bradicardia, pueden ser tratadas eficazmente. Un procedimiento común es la implantación de marcapasos, dispositivos pequeños que se colocan cerca del corazón y envían impulsos al músculo cuando detectan ritmos anormales. La bradicardia se caracteriza por un ritmo cardiaco lento o irregular, inferior a 60 latidos por minuto, afectando el adecuado bombeo de sangre y oxígeno durante las actividades normales.
En Colombia, la empresa Medtronic ha introducido un marcapasos especialmente innovador, considerado el más pequeño del mundo. Con el tamaño de una píldora, pero la potencia de un dispositivo regular, este avance tecnológico permite su implementación de forma sencilla. Hasta la fecha, 87 pacientes en Colombia ya se benefician de este dispositivo, que puede ser implantado directamente en el corazón a través de un catéter insertado en la vena de la pierna.
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