El dormir es una función esencial para los seres humanos. Durante el estado de reposo, nuestro cuerpo se recupera y lleva a cabo varios procesos importantes para el buen funcionamiento del organismo y para mantener la salud.
Según la doctora Victoria Mery, neuróloga del Centro de Trastornos del Sueño de la Clínica Alemana, la importancia de un buen sueño durante la noche radica en las funciones que el cuerpo realiza durante este estado de inconsciencia.
«El sueño tiene múltiples funciones, como la restauración, la adaptación y la preservación, que incluyen la biosíntesis de moléculas como las proteínas, la regulación de los metabolitos, la selección de las conexiones neuronales, la generación de nuevas neuronas y el mantenimiento del sistema inmunológico», explica.
La experta añade que «todo esto nos permite procesar la información que hemos adquirido durante el día, ajustar nuestro comportamiento y acciones, y reorganizar nuestros pensamientos, lo que nos ayuda a despertar descansados y listos para enfrentar un nuevo día».
Aunque no existe una cantidad exacta de horas en las que el ser humano complete con éxito todos estos procesos, la experta estima que «un adulto necesita en promedio ocho horas, aunque hay una amplia variabilidad individual, por lo que lo importante es dormir lo suficiente para despertar fresco y descansado al día siguiente».
Pero tan importante como la cantidad de horas de sueño es la calidad del mismo. Muchas personas se preguntan cuál es la mejor forma de dormir: ¿en qué lugar?, ¿a qué hora?, ¿solo o acompañado?. La ciencia parece tener la respuesta a esta última pregunta.
La investigación
Según una investigación realizada por científicos de la Universidad Canisius de Nueva York y publicada en 2018, las mujeres duermen mejor en compañía de sus perros que de sus parejas. Los investigadores señalan que los perros son mejores compañeros de cama para las mujeres que los humanos por varias razones.
El estudio se realizó con una muestra de casi 1.000 mujeres estadounidenses, en las cuales se investigó el efecto que las mascotas tenían en su descanso nocturno. Para llevar a cabo este análisis, el 55% de las participantes durmió con un perro (como mínimo), el 31% con un gato (como mínimo) y el 57% con una pareja humana.
La conductista animal y autora principal del estudio, Christy Hoffman, afirmó: «Descubrimos que las mujeres tienden a calificar mejor a los perros que a las personas y a los gatos como compañeros de cama, y aseguran que estos animales mejoran la calidad de su descanso nocturno».
La razón principal de estas afirmaciones sería que, en comparación con los humanos, los perros pueden adaptarse mejor al horario de sueño de sus dueñas. Por lo general, las personas tienen horarios de irse a la cama y despertarse muy diferentes debido a sus rutinas y hábitos diarios.
En la investigación se encontró que los perros que durmieron en la cama de sus dueñas interrumpieron menos su descanso que sus propias parejas. Los resultados mostraron que algunas personas que durmieron con su perro (independientemente de la raza o el tamaño) descansaron mejor con el animal en la habitación que sin él.
Otra razón por la cual las mujeres se sienten más cómodas durmiendo con sus perros es el sentido de protección, ya que algunas personas se sienten tranquilas al pensar que su perro las alertaría si alguien intentara entrar a la casa o si ocurriera alguna otra emergencia.
Véase también: Estudio revela que algunas melodías podrían ayudar a aliviar el dolor
