¡Asombroso! “Niña biónica” no siente dolor, hambre ni sueño
A lo largo de la historia, el ser humano ha fantaseado con superar los límites de la realidad y traspasar las barreras del dolor e incluso de la mortalidad, todo esto lo vemos reflejado en las decenas de películas de ciencia ficción existentes hoy en día.
Pero a pesar de los grandes avances científicos que se han llevado a cabo en los últimos años, aún no se ha logrado encontrar una herramienta, pastilla o vacuna que haga que las personas no sientan dolor de forma permanente y estén un paso más cerca de la inmortalidad.
Sin embargo, en fechas recientes, se conoció el caso de una niña cuya insólita historia ha despertado la curiosidad en cientos de especialistas y personas del común alrededor del mundo. Se trata de Olivia Farnsworth, una niña de tan solo trece años que padece una extraña condición que le impide sentir dolor, hambre o sueño, por la cual se le ha atribuido el apodo de la “niña biónica”.
La condición
Farnsworth carece de una parte del cromosoma 6, uno de los 23 pares de cromosomas del cariotipo humano, que contiene alrededor de 100 genes y está relacionado con la respuesta inmune del organismo.
Su condición fue descubierta por los médicos cuando tenía apenas siete años. Un día, la niña estaba jugando en una de las calles de su pueblo natal Huddersfield, en Inglaterra, cuando de repente fue atropellada por un vehículo y arrastrada por más de 20 metros.
Lo sorprendente del caso fue que no sintió absolutamente nada. Las personas a su alrededor quedaron atónitas al ver que Olivia se levantó sin quejarse ni manifestar dolor alguno a preguntarle a sus familiares sobre qué había sucedido, a pesar de que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado y tenía una marca de neumáticos en su pecho.
Cuando acudieron al médico, los especialistas le diagnosticaron analgesia congénita, una condición que padecen tan solo 100 personas en todo el planeta. Entre sus principales síntomas están la falta de sueño, hambre o dolor.
Según lo explicado por la madre de Olivia al Daily Mail inglés, la pequeña no suele tener hambre y puede pasarse hasta 72 horas sin dormir, por lo que en ocasiones se ven obligados a suministrarle somníferos para conciliar el sueño.
El incidente con el auto no es la única situación inquietante que ha vivido la familia Farsworth. Hace unos años, cuando iba a la guardería, la pequeña sufrió una caída y se rompió el labio. Lo sorprendente fue que tampoco lloró a pesar de sufrir la herida.
Véase también: Organización Mundial de la Salud levanta la emergencia internacional por el COVID-19