Si eres de los que a la mañana siguiente después de una rumba descontrolada promete nunca jamás volver a beber alcohol por los desagradables síntomas del guayabo o la resaca, investigadores del Reino Unido tienen una buena noticia para ti.
En fechas recientes, una farmacéutica sueca llamada De Faire Medical, lanzó al mercado una píldora que promete curar la resaca. Se trata de Myrkl, un «medicamento» que se agotó a las pocas horas de comenzar su distribución.
De acuerdo con sus creadores, el popular comprimido vendría a suplantar o reemplazar los diferentes métodos caseros y naturales utilizados por las personas para sobrellevar las consecuencias de beber en exceso.
La primera píldora para curar la resaca que estaría probada científicamente, tiene como objetivo ayudar a los bebedores a “despertar sintiéndose lo mejor posible al día siguiente”, así lo informó la compañía a través de un comunicado de prensa.
La farmacéutica aseguró que el «medicamento» tiene la capacidad de descomponer “hasta el 70% del alcohol consumido en 60 minutos”. En términos generales, la píldora está diseñada para metabolizar el alcohol en dióxido de carbono y agua, reduciendo la cantidad de alcohol absorbida por el torrente sanguíneo, previniendo el daño a los órganos.
Su efectividad fue comprobada con un estudio realizado a más de 200 voluntarios, en donde se determinó que el comprimido ayudó a más del cincuenta por ciento a absorber menos alcohol en sangre.
Cada cápsula contiene salvado de arroz mezclado con un cultivo probiótico y vitamina B12. Se deben ingerir dos cápsulas entre 1 a 12 horas antes del consumo de alcohol. Myrkl se vende en presentación de tableta con 30 píldoras y tiene un costo aproximado de 36 dólares.
Pese a que el «medicamento» afirma tener una alta efectividad, algunos especialistas señalan que en realidad no hay suficientes bases científicas. Este es el caso de la doctora Sally Adams, profesora asociada psicología en la Universidad de Birmingham, quien manifiesta que no hay muchos estudios de caso sobre la resaca.
Esto significaría que los científicos ni siquiera conocen a ciencia cierta los mecanismos que contribuyen a que ésta se produzca. Además la experta manifiesta que en el estudio de efectividad de Myrkl, no se expone en ningún lado la palabra “resaca”, y que solo promete disminuir la absorción de alcohol en la sangre, lo que haría que una persona se emborrache menos, más no que no tenga resaca.
Véase también: Profesor de matemáticas enseña fórmula para “evitar el pico y placa en Bogotá”.
